En la actual Sociedad de la Información, asistimos a una verdaderarevolución en la forma de entender los negocios y las relaciones:incremento de medios de comunicación y difusión de contenidos,democratización de la información, diversidad de pensamiento,exponencial generación de relaciones e interacción entre las personasy mayor acceso a las obras del intelecto y a sus soportes y canales de explotación; además del amplio abanico de actividades económicas quese realizan en línea, por parte de muy diversos operadores. Al mismotiempo, la normativa se va desarrollando y adaptando a este mundodigital, con la finalidad de proteger a usuarios y consumidores, detutelar derechos sobre intangibles (como la propiedad intelectual y la propiedad industrial) y de garantizar también el derecho a laprivacidad y a la protección de datos de carácter personal. Es unaverdad históricamente demostrada que una misma tecnología puedegenerar beneficios para las personas y el tejido económico, y a la vez plantear riesgos potenciales, en ocasiones por mero desconocimientode sus usuarios o incluso por ciberataques deliberados.Ante esta