Desde las primeras muestras de Arquitectura, ya en la Prehistoria, laluz siempre ha sido la piedra angular en torno a la cual todo loconstruido se ha articulado. Egipto, Grecia, Roma y las ingrávidascúpulas del período bizantino. Todas sus arquitecturas se construyeron en torno a la luz. Románico, Gótico, Renacimiento, Barroco,Neoclásico, Art Nouveau... Incluso el Movimiento Moderno, con eseespíritu disruptivo que pretendía romper con todo lo anterior. Esimposible encontrar un período o estilo artístico de la Historia alque la luz le haya sido ajena. Del mismo modo, la luz es pieza claveen la configuración del espacio arquitectónico de nuestro tiempo, enel que la arquitectura busca comunicar una experiencia metafísicamediante el empleo de la luz y la sombra. La luz es por tanto lapiedra angular en Stonehenge; es el tema central del Partenón y lo estambién del Panteón. La luz es el tema en Chartres, en San Carlo AlleQuattro Fontane... Es el corazón que hace latir a Ronchamp y elespíritu en la Iglesia de la Luz. Desde Ictino y Calícrates a Adriano, pasando por Bernini, Borromini o Boullée, y lleg