Luis Eduardo Aute vivió muchas vidas en una sola. Poeta que se nutríade su experiencia, pintor precocísimo, cantautor reacio al éxito que,sin embargo, llegó a disfrutar en los años ochenta, su época máscreativa. También compuso himnos generacionales como "Al alba",particularmente celebrado y simbólico. A lo largo de su vida sedebatió muchas veces entre el lienzo y el poema, entre la canción y el sueño audiovisual. Creador polifacético, libre, gozoso en la manerade sentir el arte, Aute fue un artista infinito. No cultivó nunca lapresunción ni la vanidad. Encontró en la expresión artística surefugio. Pocos cantautores ofrecen una discografía tan exquisita yrotundamente lírica y expresiva como la de Aute, edificada muchasveces a contracorriente, de Rito a Templo, de Espuma a Segundos fuera, discos recorridos por el perfume de lo sagrado, amorosos, eróticos,carnales, impredecibles y auténticos, que implicaron un riesgo alfraguarse contra las convenciones de la industria musical.AUTE. infinito, de Luis García Gil atiende a las multiples facetas deeste artista singular a través de un relato tan riguroso comoperson