Rose hizo las maletas, salió de casa sin despedirse de su hija Oliviay jamás regresó.Luke, el que parecía ser el amor de su vida, no tuvo reparos en romper su corazón en mil pedazos.Y ahora, había llegado el golpe maestro: en sus manos tenía undiagnóstico terminal para su padre.La vida no se cansaba de ponerle piedras en el camino a Olivia y ellahabía terminado por asumirlo. Ya ni siquiera oponía resistencia: había aceptado que el ansiado final feliz de las novelas y las películas no era para ella.Lo que no podía imaginarse era que esa misma vida que parecía ponerlesiempre la zancadilla le tenía preparada la mejor de las sorpresas:Nate Shelby, un arquitecto con cara de chico bueno y los ojos verdesmás cautivadores que ella jamás había visto.Él será quien consiga devolverle la sonrisa que creía haber perdidopara siempre y quien la ayude a atravesar la tormenta que está a punto de desatarse. Ella aparecerá para sacudir su tranquila rutina y hacer que su corazón vuelva a latir por amor.No se trata de buscar sin descanso el prometido final feliz, sino dedejar que sea él el que te encuentre.