Los navegantes de la Antigüedad creían que se convierte en inmortalquien sobrevive a tres naufragios. En el siglo XVI, Álvar Núñez Cabeza de Vaca superó esa cifra mágica en sus exploraciones por las costasde Cuba y el Golfo de México. Sobrevivió a tantos huracanes y a tantas asechanzas humanas que mereció, si no alcanzar la inmortalidad, almenos perdurar en sus lectores. Pero no todos han reflejado imágenesfieles de su persona y de su obra.
Argonauta, náufragoesforzado, trotamundos, Álvar Núñez Cabeza de Vaca amaba tanto lastradiciones caballerescas que creó una nueva: el conquistadorconquistado que, tras haber sufrido en sus propias carnes laesclavitud, se ganó la amistad de varias tribus indias. Su caso,aunque extremo, nada tiene de raro contra lo que pregonan quienesreducen la exploración y colonización del Nuevo Mundo a la galería deretratos de los conquistadores que consiguieron el poder y la gloria.Diez años tardó Ulises en volver de Troya a Ítaca. También Cabeza deVaca pasó diez años de naufragios, esclavitud y hambrunas desde que se embarcó en Sanlúcar de Barrameda en junio de 1527 has