La familia Gálvez está de nuevo en Madrid. Han regresado del exilio yse reencuentran con una ciudad a la que nunca acabarán de pertenecerde nuevo. Y además, Celia se casa. ¿Celia se casa? Su hermana pequeña, la intrépida Mila, niña viajera que no tiene miedo a nada, nos cuenta este singular y, para ella, incomprensible acontecimiento familiar.En medio de las situaciones más disparatadas, en una España reciénsalida de la posguerra, España a la que regresan exiliados como Fortún y como los Gálvez, Celia cose su ajuar y se casa. Al casar a supersonaje, Fortún escribe el fin de la voz de aquella niña libresca de la preguerra que ya nunca será escritora, bibliotecaria o abogada.Afortunadamente, Elena Fortún escribió otros textos sobre la mujercasada, historias que obligan a cuestionar, como hace la misma Mila,la realidad de un final feliz en el que la autora no creía y que eneste libro aparece tratado con el humor al que la autora nos tieneacostumbrados y entre los personajes de siempre: la cauta Patita, laleal Valeriana y esa niña metida en cuerpo de anciana que es doñaBenita, compañera de aventuras de Mila.Celi