Los cerdos son admirables e inquietantes. Nos causan atracción yrepulsión. Ocupan un espacio imaginario muy extenso en fábulas,literatura y arte.Nadie quiere que le digan ôcerdoö, ¿por qué? Loscerdos encarnan lo ominoso que anida en los rincones de lo familiar:lo reprimido, oculto, escondido. Quien haya visto faenar cerdos, nunca olvidará sus gritos casi humanos. A diferencia de los pescados y lospollos, por lo general, los cerdos que terminan en nuestros platoscomo embutidos o jamones no nos recuerdan la forma del animal.Constantemente comemos cerdos sin percibirlos. Este libro nos cuentatambién el extenso espacio imaginario que han ocupado los cerdos:desde mitos y fábulas, poemas, teatro y novelas, cuadros, películas yproyectos artísticos, hasta carteles de publicidad, juguetes yutensilios cotidianos un poco kitsch.