Con frecuencia damos por sentado que la democracia es la única forma justa de gobierno y creemos que es honesto y de sentido común que todos tengamos derecho a voto. Este libro demuestra que esto no es así.
Con una lógica implacable, Jason Brennan afirma que la democracia se valora sólo por sus resultados y que éstos no son buenos. El votante medio suele estar mal informado o ignora la información política básica, lo que hace que apoye medidas políticas y candidatos con los que en realidad no está de acuerdo, o incluso, van en contra de sus propios intereses. A menudo también ocurre que la participación en la deliberación política nos vuelve más irracionales, sesgados y crueles.
En contra del pensamiento mayoritario, Brennan considera que una buena solución a estos problemas sería experimentar con lo que llama «epistocracia»: el poder de los que saben. Pero no se trata de eliminar los derechos políticos universales para entregárselos a una pequeña élite de sabios. Su propuesta se basa en asumir que quizá resultaría más eficiente dar un poder político de voto distinto a cada persona. Éste se establecería en función de los conocimientos, la capacidad para comportarse de manera racional y el compromiso con el interés general.
Contra la democracia es una demoledora pero sensata crítica de las democracias verdaderas y un conjunto de poderosos argumentos basados en los datos y las ciencias sociales. Pero es, además, una magnífica y polémica obra que pretende hacernos pensar más allá de las convenciones y lo políticamente correcto.