"He llegado a creer en la concepción heroica de la historia, según lacual alguien malo, poderoso y persuasivo, la encarnación del demonio,un personaje como Hitler, arrastra tras de sí al pueblo entero como aun rebaño. ¿Qué otra explicación puede darse? En las filmaciones de la época, los diálogos entre Hitler y el público son absolutamenteimpresionantes, parecen intercambios de truenos. Por ese motivo laspersonalidades carismáticas me dan miedo. No consigo aceptar la tesismarxista del nazismo como fruto de la lucha de clases; elcomportamiento del pueblo alemán era muy especial y la personalidad de Hitler también."Primo Levieratura rabínica y de leyendas judías,para establecer las distinciones fundamentales entre el antisemitismoy los demás racismos. De este modo, llega a una verdad ancestralsobre ese odio: se les reprocha a los judíos no ser como los demás, yencarnar por eso una extrañeza insoluble y amenazante. La identidadjudía es siempre un asunto de separación: cuando el otro encarna lafalta y la imposible totalidad, lo odio por amenazar mi integridad.Alo largo de su análisis, la aut