Este libro tiene sus raíces en otro de la autora, El ultraísmo (1963), ambos elaborados con documentación de primera mano, obtenida en periódicos, revistas, libros y manifiestos de la época (1920-1930). Gloria Videla ofrece una visión de conjunto del fenómeno vanguardista en Hispanoamérica, selecciona y analiza textos representativos valiosos, a modo de calas en su contexto y reflexiona sobre aspectos terminológicos y conceptuales en torno a las vanguardias. Se utilizaron, entre otros métodos: la historia literaria, el comparatismo y la estilística, siempre con una fuerte intención americanista y humanista, no exenta de fervor. Se asumió que, como diría Ortega y Gasset, la claridad es la cortesía del crítico. Se consultaron numerosas bibliotecas americanas y españolas, con el placer de acceder finalmente a la magnífica colección hemerográfica de Washington Pereyra en Buenos Aires. El libro tiene también base en el capítulo de la autora inserto en la obra de J. Weisgerber, Les Avant-gardes Littéraires au XXème siècle (1984), pero reemplaza el enfoque por países por el de direcciones literarias, que se resumen