Alejandro de Andradas, noctámbulo, bebedor, pendenciero y algo misántropo; con un talento literario indudable pero sin explotar, se ve abocado a vivir en un pequeño pueblo segoviano, sin imaginar que marcará su destino a raíz del descubrimiento de una misteriosa aldea desaparecida y el suceso extraordinario de una trama histórica que pudo cambiar la historia de España.