En 1937, la reportera noruega Gerda Grepp llega a Málaga acompañadadel célebre escritor Arthur Koestler, en realidad, un espía alservicio de los sóviets. Encuentran una ciudad abandonada, donde elhambre se sacia con caracoles y naranjas. Tras una peligrosa incursión a Marbella en la que Koestler desaparece, Gerda vuelve a pie aMálaga, desde donde escribe sus crónicas de guerra antes de ser laúltima corresponsal en dejar la ciudad, ya a manos del FrenteNacional. Tras escapar y cubrir el frente norte, muy enferma detuberculosis, vuelve a su país, donde muere. Tenía 33 años.Gerda Grepp creció en Oslo y trabajó como periodista política. Seinvolucró con el socialismo y la revolución hasta el punto de que, en1936, dejó a sus hijos en Noruega y viajó a Barcelona para,inmediatamente después, cubrir el frente madrileño. Muy amiga deAleksandra Kolontái, Otto Katz y Hans Kahle, fue amante de LouisFischer. Esta es la vida de una mujer olvidada, cuya repercusión en la historia de España era hasta ahora desconocida.