Abarcando desde cuestiones existenciales fundamentales hasta losproblemas sociales más acuciantes de nuestro tiempo, Hägglund exponepor qué nuestro compromiso con la libertad y la democracia deberíallevarnos más allá de la religión y el capitalismo, y pone en tela dejuicio nuestras nociones de fe y libertad. La fe que necesitamoscultivar, sostiene, no es una fe religiosa en la eternidad, sino unafe secular dedicada a nuestra vida finita en común. Demuestra quetodas las cuestiones espirituales de la libertad son inseparables delas condiciones económicas y materiales. Pero lo que importa en última instancia es cómo nos tratamos unos a otros en esta vida, y quéhacemos con nuestro tiempo juntos. Hägglund desarrolla nuevosprincipios existenciales y políticos al tiempo que transforma nuestracomprensión de la vida espiritual. Su crítica a la religión nos llevaal corazón de lo que significa llorar a nuestros seres queridos,comprometerse y preocuparse por un mundo sostenible. Su crítica alcapitalismo demuestra que no podemos mantener nuestros valoresdemocráticos porque nuestras vidas dependen del trabajo asalariado.