«En medio del campo donde plantábamos patatas, con el incesante gorjeo de las alondras de fondo, le pregunté qué lugar elegiría si de repente un genio se cruzase en su camino para hacer realidad el viaje de sus sueños. El Polo Norte, me respondió.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información