Ritsuka sigue echando una mano en el grupo de Hiiragi, que acaba defirmar su contrato profesional. Mafuyu, por otro lado, pospone ladecisión respecto a la propuesta de debutar con Given y cantar se leantoja un concepto cada vez más abstracto. Ritsuka lo invita alconcierto del grupo de Hiiragi, pero no es capaz siquiera de coger laentrada...Mafuyu, incapaz de elegir. Ritsuka, firme en su decisión.¡Sentimientos encontrados en la octava entrega de un romance que rompe moldes!