¿Quiénes fueron los misteriosos mound builders? ¿Qué verdades incómodas revelan sobre el origen de Estados Unidos? ¿Se usó la arqueología para justificar el genocidio?
A finales del siglo XVIII, cuando Estados Unidos logró su independencia del Reino Unido, comenzó la conquista del Oeste, una expansión masiva que se extendió a lo largo del siglo XIX, impulsada por millones de migrantes europeos que buscaban establecerse en la nueva «Tierra Prometida». Al llegar a los fértiles valles del Mississippi y el Ohio, los colonos se encontraron con cientos de enigmáticas construcciones de tierra (Mounds, «montículos»), algunas tan imponentes como la Gran Pirámide, cuyo origen no supieron comprender. Hoy sabemos que estas estructuras fueron obra de los antepasados de los nativos de aquellas regiones, erigidas a lo largo de 5000 años. Sin embargo, los colonos europeos, influenciados por sus prejuicios racistas y eurocéntricos, asumieron que tales construcciones debían haber sido realizadas por una civilización blanca desaparecida que había habitado esas tierras siglos atrás. Así nació