En "La piel de toro" (1960), un libro icónico para la literatura enlengua catalana, Salvador Espriu se propuso demostrar que no eracierta la tesis de Ortega de que España solo podía pensarse desde elprisma de Castilla. Con él, el poeta quiso expresar "un modo másgeneroso y abierto" de entenderla, uno que se pusiera en marcha desdesus periferias geográficas e históricas y que contribuyese a laregeneración de una reflexión pública que la dictadura había hechotodo lo posible por cortar de cuajo. En este sentido, la trascendencia de algunos de sus poemas da muestra de la gran resonancia que tuvoentre sus numerosos lectores, que hoy siguen encontrando en ellos unllamado al diálogo y una defensa de la libertad.