Este opúsculo se publicó por primera vez en París en junio de 1968,cuando la revuelta iniciada un mes antes empezaba a perder fuerza. Yla tesis planteada por el autor podría parecer disparatada, perotambién resulta sorprendentemente lúcida y, sobre todo, muy original.La humanidad había llegado a la Luna y Posadas especulaba. Si deverdad existían seres venidos de otras galaxias ?y en la épocaabundaban los indicios, al menos en el imaginario popular?,seguramente habrían alcanzado un desarrollo científico y tecnológicomuy superior al de nuestras sociedades capitalistas. Y según lasenseñanzas del materialismo histórico, semejante grado de evoluciónsolo podía haberse dado bajo un sistema comunista. Si losextraterrestres vivían en una sociedad sin clases, había queconvertirlos en aliados estratégicos de la lucha obrera revolucionaria en la Tierra.«No son marcianos ni luces de colores, son posadistas en platosvoladores», les cantaban, con sorna, otros grupos de izquierda en lasasambleas universitarias. Sin embargo, este texto nunca ha perdidovigencia. Más bien se ha convertido en una pieza de culto para elpensamien