Mi día en el otro país, es, según reza el subtítulo, «una historia dedemonios». Efectivamente, se cuenta la historia de un «poseído no sólo por un demonio, sino por varios, muchos, incontables incluso». Poruna Legión de demonios.El narrador, jardinero de profesión, rememorauna época remota de su vida en la que su condición demoníaca loconvirtió a ojos de los habitantes de su pueblo en un tipo marginal,en un inadaptado que moraba en un antiguo cementerio y aterrorizaba en idiomas incomprensibles con su verborrea insultante y sus diatribascontra la creación entera, aunque a veces también profería súbitosoráculos que eran bien recibidos por sus vecinos.La mirada atenta quele dirige un «buen espectador», por más señas pescador, le libera delos demonios y desencadena un momento epifánico de transformación, desuperación de un umbral de conciencia -leitmotiv de la obrahandkeana-. Ahí empieza el inicio de su viaje hacia el «otro país»,donde permanecerá un día y, si bien no cumple el encargo del pescador-relatar su maravillosa liberación-, la jornada le proporcionarenovada alegría de vivir. Sin embargo, su nueva exis