Entre la cancelación y la veneración acrítica de los clásicos existeotro camino: el diálogo respetuoso pero sincero con un pasado que,aunque nos incomode, sigue siendo parte fundamental de quiénes somos.En las aulas de todo el mundo se están sometiendo a examen crítico los textos que hasta hace no tanto se consideraban los pilares sagradosde la civilización occidental. Los antiguos griegos y romanos noescapan a este escrutinio, pues en ellos se ha querido ver el origendel racismo o el sexismo que han marcado nuestra cultura durantesiglos. Ante esto, ¿cómo mantener aún un diálogo con los clásicos?Maurizio Bettini defiende que es posible lograr un equilibrio entre el respeto a las diferencias y la preservación del legado cultural quenos conforma. Y que, de hecho, la revisión profundamente crítica delvínculo con aquello inaceptable de nuestra historia debería ser elobjetivo común de cualquier proyecto educativo. Pero, para ello, esfundamental que la conversación no se interrumpa: los griegos y losromanos tienen mucho que decirnos aún sobre quiénes somos.