AA.VV
Acérquese a la luz de esa lámpara que alumbra a seis seres extraños y encontrará exactamente lo que el título promete. Relatos, por su estructura de cuentos que empezaron como un inocente juego de escritura en el que personajes, espacios y rocambolescas palabras fueron permeando de historia en historia. Cadavéricos, por su truculento humor, su pestilente doble sentido, su tierna crudeza a la hora de describir la realidad de las dos últimas décadas y, sobre todo, por la libertad de expresión que ejercen quienes saben que la muerte está a la vuelta de la esquina. De unos perros, porque sus autores ladran y son fieles a su gente, porque enseñan los dientes y mueven el rabo, porque se regodean tanto con el aroma de las flores como con el de la mierda seca. Y Exquisitos, por su sabor inconfundible a vida plena, alcanzable cuando las cosas se hacen por el placer de hacerlas.
Seis cerebros caninos le invitan a perderse por los rincones más recónditos. Si lo pasa bien, ladre, que desde nuestra guarida le escucharemos y también ladraremos.