En un horizonte cercano, de apenas dos décadas, se prevé que las primeras plantas nucleares españolas ùconstruidas entre los años sesenta y setentaù sean eliminadas progresivamente del paisaje. Sus estructuras de gran escala serán desmanteladas y, con ellas, se desvanecerá buena parte del conocimiento y la memoria que entrañaban, como si nunca hubieran existido. Restos nucleares surge de la necesidad de proporcionar, desde la arquitectura, una visión amplia, atenta y distendida sobre estas desconocidas y ya obsoletas plantas de producción energética, aprovechando una distancia temporal suficiente ùunos sesenta años desde su construcciónù para abordarlas en su ciclo completo. Esta distancia permite, en primer lugar, analizar el contexto cultural en el que fueron concebidas, quiénes eran sus proyectistas y cómo transformaron el paisaje, y, en segundo lugar, explorar de manera experimental el proceso en curso de desmantelamiento a través del trabajo fotográfico Centrales nucleares, de Manolo Laguillo, que documenta el estado más reciente de estas instalaciones. Frente al olvido y la desaparición que parecen ine