En 1977, la sonda "Voyager" viaja al espacio con una grabación de lossonidos de la Tierra. En ella se pueden oír la lluvia y el canto delos pájaros, Beethoven y Chuck Berry, pero también los latidos delcorazón de una mujer, Ann Druyan. Sacha reúne algunos ejemplares denuestro zoo sublunar: un gato masacrado, un monstruo muy vivo, ungorrión moralista, un musicólogo misántropo, una madre y su hijo, ungandul que sueña con el museo Grévin... El remolino de la vida losarrastra al fondo y algunos se dejan hundir. Pero no hay existenciatan mediocre que no merezca ser rescatada. Basta con saber escuchar el mundo. Así como un sonido o un silencio existen sólo si alguien losoye, nuestras vidas tienen sentido sólo por y para los demás.