Una narración hipnótica del genial Luis Sagasti, admirado porescritores como Vila-Matas. Con esta historia comienza Sagastiuna narración hipnótica y contrapuntística que, al igual que lasVariaciones y La ofrenda musical −la obra que Bachanciano compone a pedido de Federico el Grande−, propone seguirlas vueltas de una melodía para llegar al aria final donde todo vuelve a comenzar.Así como Goldberg narra una y otra vez las mismashistorias para que el conde reciba su pequeña muerte nocturna, comouna suerte de Sherezade invertida, Sagasti nos cuenta una y milhistorias, y de Bach nos lleva a las interpretaciones de Gould, queparece tocar incluso durante los silencios entre una variación y otra; y de Gould a Sgt. PepperÆs , el primer disco de la historia que notiene pausas entre los temas, como si todo fuera una sola ygrancomposición; y de ahí a la música en los campos de concentración,a 4Æ33ÆÆ de John Cage, a los conciertos de The Who, y así hasta elinfinito.¿Dónde poner punto final a una historia? Cuándo se canta laúltima canción de cuna? Para Thoreau, la música es continua, solo