Un poemario que retrata con delicadeza y sensibilidad ese mundo cotidiano que envuelve el paso de la infancia a la madurez, utilizando la metáfora del vuelo como hilo conductor. Arráncame un pedazo de ombligo / y pónselo entre las manos a mi abuelo. / Él sabrá dónde sembrarlo / en su camino al olivar / y cultivará viejas formas de atravesar el dolor / si otros pájaros se lo comen / y olvido cómo volver a tierra.