Millones de mujeres de todo el mundo soportan el peso de una herenciade milenios de subordinación. La fuerza y recuerdo de lo aprendido,vivido y sufrido hace que muchas mujeres no puedan expresar sus deseos con facilidad o encontrar su propia voz. Los sentimientos de culpa ydesprecio les llevan a verse y tratarse a sí mismas con una excesiva e injusta dureza. No pueden amarse a sí mismas.
En estelibro, Linda Jarosch se sirve del ejemplo de María Magdalena y suhistoria de liberación como icono y paradigma de un camino que puedeconducir a las mujeres (y a los hombres) hacia un mayor amor propio yhacia una mayor fortaleza.