El 3 de septiembre de 1943 se iniciaba la operación anfibia para invadir Italia por parte de las fuerzas aliadas de Estados Unidos y la Commonwealth Británica. La invasión implicaría la salida de Italia de la guerra y abriría un nuevo frente para las tropas alemanas, que deberían defender la península y su expuesta línea de costa. Mientras seguían los preparativos para el gran desembarco en Francia en 1944, las fuerzas de los Ejércitos 5.º (Estadounidense) y 8.º (Británico) crearían el segundo frente que Stalin llevaba ya tiempo pidiendo.
Los acontecimientos no se desarrollarían cómo se esperaba y la presencia de fuertes contingentes alemanes, su tenacidad y habilidad táctica, el terreno y las propias dificultades operativas y tácticas del bando aliado harían que la campaña que empezaba acabara siendo una prolongada guerra de desgaste sin mucho que mostrar como signo de victoria y muchas bajas.
Esta es la versión oficial estadounidense de la campaña, que no elude aspectos controvertidos ―como el bombardeo y destrucción de la abadía de Monte Casino― y se cent