«Nunca te soltaré de la mano».Esto es lo que Akihito jura a Katsuragi en un fugaz encuentro íntimo.Es la primera vez que confiesa al vizconde sus inseguridades y este,conmovido, decide enterrar de una vez las pasadas disputas entre losdos. Para ello, acude a hablar en persona con Takamasa Katsuragi, elanterior patriarca de los Katsuragi. ¿Conseguirá que Tomoyuki seareconocido por fin como legítimo miembro de la casa de Kuze?Mientras, Sôemon Ishizaki reprime a Katsuragi por su desobediencia alfrente de la fábrica textil y amenaza con destituirlo como sumogerente de su casa, pero el joven no está dispuesto a someterse a susórdenes.