Cada una de las hierbas que surgen a nuestro alrededor guarda grandeshistorias. Tal vez, una biología sorprendente, unas astutasestrategias o unas olvidadas tradiciones. Estas plantas, que surgen de forman espontánea en nuestras ciudades y pueblos, tristemente handejado de percibirse. Muchas, en otro tiempo no tan lejano, fueronvitales para nuestra supervivencia. Sin embargo, hoy han sidorelegadas al olvido, y a pesar de su cercanía, no conocemos ni tansiquiera sus nombres. Una flora espontánea que se infravalora, e,incluso se desprecia, a pesar de su delicadeza. Y ello simplementeporque el hombre no ha dado su consentimiento. Y es que, además, sonespecies atractivas que aportan belleza en cualquier entorno. Surebeldía introduce la naturaleza y los ciclos naturales en muchasocasiones perdidos. Pero no nos olvidemos que su aparición permitirála vuelta de los insectos, tras ellos las aves y, estos a su vez,atraerán a otras especies.