Tras volver solo de Nueva York, Satoru se encuentra confuso eirascible. Finalmente comprende lo que le ocurre y toma una decisión:no piensa perder a Ryô. Aprovechando una invitación de Gotô, que va aabrir una tienda insignia allí, Satoru regresa a la Gran Manzana conla esperanza de encontrarlo. Ignora que Ryô está buscando a su antiguo jefe, un tipo muy peligroso, para saldar cuentas con él.