Nacido en Alcalá de Henares, en 1547, aquel que andando el tiempo fue nuestro escritor universal padeció y gozó como soldado curtido, cautivo mental y físico y accidentado comisario de la Corona, esposo, encarnación de la imaginación y de la permanente resurrección de sí mismo. El intento de escribir su vida ha hecho llenar con ríos de tinta, más con leyendas y literatura que con hechos documentados, sus varias vidas. Sin embargo, Alfredo Alvar Ezquerra rastrea en archivos públicos y privados para ofrecernos esta monumental investigación y contar con rigor la vida del hombre, Miguel de Cervantes, que fue a la sazón el escritor de El Quijote. En las páginas que tienes entre tus manos, sale a la luz un Cervantes que no fue siempre pobre y hasta vivió holgadamente en muchas etapas gracias a su talento para las finanzas. Un manco de Lepanto que nunca abandonó a su esposa, en la que siempre confió. Un escritor que mintió, o dijo verdades a medias, en muchas declaraciones. Un cautivo de Argel con el apellido Sahavedrá, que es «brazo estropeado» en lengua tamazight, la que él oyó durante su cautiverio. Esta biograf