La historia de una redacción en los 70 enmascara una miradainteligente, renovada, sin prejuicios, sobre nuestra conmovedorahumanidad.Claudia Vuelve provoca el placer de leer una prosaabsolutamente contemporánea con paisaje urbano argentino, con humor ysuspenso de autor. La historia de una redacción en los 70 enmascarauna mirada inteligente, renovada, sin prejuicios, sobre nuestraconmovedora humanidad. Por la redacción de Claudia (ôla joyaö deEditorial Abril), desfilan pasantes, redactoras y editoras, intentando acrobacias renovadoras durante el gobierno zozobrante de IsabelPerón. ôAquí está lo que es, lo que fue, lo que vendrá, lo que puedevenirö, dirá Olga Orozco ûpoeta y, a su vez, redactorade Claudia- entre otros personajes ficcionados (como la familiaeditorial Civita, y sus cruces telefónicos con Jacobo Timerman),mientras los ascendentes militares van pisando cada vez con más ruido, pero asordinado por esa atmósfera de whisky, psicoanalistas detelevisión, horóscopo semanal y peinados de moda en Mónaco. Todo estáallí: los pequeños heroísmos y las pequeñas bajezas, cuervos, águilasy aves del