Ella era la ciudad. La ciudad y el río. Lundenwich está sumida en el caos. Los enfrentamientos entre la Compañía y los distritos rebeldes se suceden en la ciudad, los prestamistas están amenazados por un misterioso desconocido y hay quien dice que los muertos vuelven a la vida y deambulan por el parque de atracciones de Saint-Cloud. La Sociedad tampoco atraviesa su mejor momento: Ligeia, Tom y Neil intentan mantener a flote la funeraria y prestar ayuda al inspector Robards. Mientras tanto, en las calles de Maleperduis, Jonathan, Leontine y los hermanos Yung tratan de ganarse un nombre tras inaugurar su nueva agencia de investigación. Sin embargo, un extraño caso que involucra un orangután, un hombre que grita en sueños y unas cuchillas aparentemente embrujadas, hará que todos vuelvan a unir sus fuerzas una última vez. Víctor Sellés pone punto y final a la trilogía de Lundenwich con una historia en la que los miembros de la Sociedad tendrán que dejar a un lado sus diferencias para enfrentarse a un enemigo que tiene en sus manos el futuro de la ciudad.