El desorden y la incertidumbre radical son la nueva normalidad de un mundo multipolar, inestable, fragmentado y sin reglas. Estamos en el inicio de una nueva Era para la que todavía carecemos de brújula, especialmente moral. Tiempos de recomposición del orden global moldeado por Occidente después de la Segunda Guerra mundial. Donde una Europa desconcertada, dependiente y subalterna no acaba de encontrar su lugar, mientras el Sur Global quiere dejar de ser espectador para ser protagonista de esta nueva época. Desorden moral, geopolítico, comercial, social, democrático y ambiental. Este parece ser el mundo que viene. Tiempo de retroceso de valores y conquistas sociales de la mano de una nueva internacional fanática, autoritaria y reaccionaria. De nuevos despotismos, pulsiones totalitarias, nostalgia imperial y tentaciones de repliegue, añorando Estados "amurallados" y el regreso a la patria y a la nación. Un cambio de época donde coexisten viejas y nuevas geografías del desorden y de retroceso de los Derechos Humanos. Donde los nuevos imperios tecnológicos aspiran a concentrar el poder, erosionar las democraci