En nuestra sociedad industrial, o postindustrial, la gente siente que es algo, se siente algo, por el trabajo. Esto quiere decir que es el trabajo el que en nuestra cultura nos proporciona un status. Lo que equivale a decir que, hoy, sin trabajo no se tiene identidad, se es nadie.
Pero, dramáticamente, éste es el estado de las cosas que se está implantando entre nosotros. Nos amenaza muy gravemente y, de consumarse, tendrá consecuencias muy graves y nos podría obligar a cambiar de universo cultural, que es algo para lo que estamos aún peor preparados.
Esta obra, que es el resultado del 2º Seminario de Derecho Social comparado organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad Ramón Llull, trata precisamente de estas graves cuestiones, sin rehuir ninguna, incluida la última de un cambio de cultura. Muy concretamente el análisis del informe francés de Alain Supiot concluye sobre este horizonte, reclamando otro status para el trabajo, y otra función más utópica para el derecho.