«Mientras queráis imponer a otros vuestras convicciones -engreídos por lo que sabéis-, nadie os escuchará, aunque lo que tengáis que decirsea lo más valioso que posee la humanidad».
Con estaadvertencia, Franz Jalics apunta al problema básico de la acciónpastoral: sin disposición al diálogo no es posible la transmisión dela fe. Esto significa que es la escucha desinteresada, así como elrespeto y la apertura al otro, lo que permite a las personas ganarclaridad sobre sí mismas y sobre su mundo interior.
He aquí unas cuantas páginas vibrantes sobre las reglas básicas de laescucha, del diálogo y de la vida grupal, así como un sinfín deejemplos y anécdotas que conforman una espléndida guía práctica paraun diálogo fecundo sobre la vida espiritual.