La personalidad literaria de Fernando Villalón (Sevilla, 1881-Madrid,1930) se va afirmando cada vez más. Tras años de casi olvido, debido a su muerte prematura en vísperas de la guerra civil, su obra poética,loada por sus contemporáneos, ha alcanzado hoy día una difusiónenvidiable y sus poemas figuran en las mejores antologías de laGeneración de 1927. La novedad es que, a semejanza de Federico GarcíaLorca, Rafael Alberti o Gerardo Diego, Fernando Villalón, además depoeta, fue un talentoso prosador. El presente libro ofrece laintegralidad de esta ?para muchos desconocida? faceta del autor deRomances del 800. Los cuentos Esi y Melanio (trágico reencuentro de un monje y su amante en la Tebaida de los primeros siglos de la eracristiana), La Palabra que se hizo Carne (la incierta fronterapsíquica entre inocencia y culpabilidad), Mañana de San Juan (un magonaïf, toros y garzas dotados de habla, en la marisma al amanecer) serecomiendan por su variedad y originalidad así como por la pujanza ybelleza del estilo. En el cuarto texto (Sevilla en 1929) FernandoVillalón brinda, con motivo de la Exposición Iberoamericana d