El aluvión de dólares vertidos por el déficit del comercio exterior de Los Estados Unidos ha permitido, contra pronóstico, a la autocracia comunista de China algo que la Unión Soviética no consiguió nunca.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información