Frente a quien opina que en la actualidad se ha perdido el espíritu europeísta de los orígenes del proyecto de una Europa unida, se puede afirmar que el inicio no fue tal. Un exhaustivo trabajo en distintos archivos europeos y norteamericanos también demuestra que los objetivos del proyecto europeo que llega hasta nuestros días quedaron fijados en los primeros cuatro años de su existencia y que éstos no coinciden con los conceptos que se expresaron entonces en público y sí con los pronunciados por dirigentes actuales. Sorprendentemente sólo los Estados Unidos defendían una genuina unión del continente que superara las fronteras estatales, ?son tantas las ventajas que tal unión produciría, que es una tragedia para toda la humanidad que no se lleve a efecto?, afirmaría el futuro presidente de los Estados Unidos D. Eisenhower.