El germen distópico surge de los sueños de transformar la sociedad en un paraíso terrenal, pero la realidad ha legado más ejemplos de sociedades distópicas que utópicas. Mientras soñamos con un mundo mejor, al intentar materializarlo, nos sobreviene su versión más lúgubre. Este trabajo analiza 50 manifestaciones cinematográficas que han dado vida a estas visiones, explorando cómo el cine ha reflejado el desencanto, los peligros del progreso y la fragilidad de la condición humana. A través de estas películas, se traza un mapa inquietante de futuros posibles que, aunque imaginarios, revelan las sombras y contradicciones de nuestro propio presente.