En su recorrido de la niñez a la adolescencia, el joven Naka nosofrece un delicioso y vívido retrato de la vida a finales del períodoMeiji (1912). Una crónica íntima y evocadora sobre los gustos,estilo de vida, paisajes, objetos y modales de un Japónperdido. La oportunidad de viajar a un Japón que ya no existe dela mano de uno de sus escritores imprescindibles, cuya prosa elegantey exquisita tiene el poder de sumergirnos en una de esas historias que perduran en la memoria mucho tiempo después de haber sidoleídas.