¿Somos losáamos de la naturaleza o parte de ella? Dijo Dios en elGénesis: «Sed fecundos y multiplicaos y henchid la tierra ysometedla». La instrucción parece haber marcado la relación del serhumano con el planeta que habita.Combinando erudición y reflexión,Philipp Blom traza un recorrido por la evolución de este conflictivovínculo entre la humanidad y la naturaleza desde la antigüedad hastanuestros días. Los mitos mesopotámicos, Gilgamesh, el pensamientogrecolatino y otros textos antiguos ya incidían en si el ser humanodebía mantener una posición de superioridad con respecto a lanaturaleza.La llegada del pensamiento moderno y racional ?laIlustración, el empirismo? no supuso el cuestionamiento o ladisolución de ese mandato divino, que sirve para justificar elcolonialismo y la esclavitud, porque hay seres sin alma y por tantomás cercanos a la naturaleza que a la humanidad. Y de este modollegamos al tiempo presente, asomados al abismo y necesitados de unreplanteamiento urgente.¿Cómo debemos repensar la idea de progreso yel lugar que ocupamos en la naturaleza? ¿La evolución de las cienciasnaturales ha cambiado n