La vuelta incompleta gira sobre los mecanismos de su propia narraciónmientras recorre los sótanos de la democracia y la atrocidad de ladictadura argentina.Una sopa envenenada, una presunta muerte y uninforme desaparecido son solo pretextos para dar inicio a estemagistral relato que, con la aparente simpleza que esconde laescritura de Noé Jitrik, revela un lugar desconocido. Un nuevo planoen la literatura û¿un ser, un narrador?û se crea a partir del punto de vista del único testigo que solo alcanza a ver lo que ocurre û¿enescena?û y no más allá, que es incapaz de actuar o de hacer que losotros actúen. La vuelta incompleta gira sobre los mecanismos de supropia narración mientras recorre los sótanos de la democracia, laatrocidad de la dictadura y las cicatrices que dejan los intentos dehacer de este mundo un lugar mejor. "Lo mejor sería, no sólo para elpresunto muerto sino también para el narrador, esperar a que llegaraalguien del exterior para empezar a mover los elementos de eseespacio, al yacente inclusive, probablemente llamando a una emergencia médica, o bien reanimando él mismo, hombre o mujer, no se sabe