La joven Violet Speedwell parece inexorablemente destinada a unaexistencia como mujer soltera. La Gran Guerra le ha arrebatado a suprometido, como a otras mujeres que, con los soldados, han vistopartir su posibilidad de contraer matrimonio. Solo tiene una salida:ahorrar lo suficiente para dejar la casa familiar y establecerse porsu cuenta. Pronto llega a Winchester, una ciudad del sur de Inglaterra donde encuentra trabajo como mecanógrafa y el amparo de un grupo demujeres: la comunidad de bordadoras de la catedral. Junto a ellasaprende que aunque la vida es efímera, los tejidos que crea con suspropias manos perduran y que, a veces, una sola hebra es suficientepara cambiar la trama de una vida.