En el apogeo de su madurez poética, Victor Hugo (1802-1885) dio voz a "los siete monumentos que en la lengua humana se llaman maravillas": el Templo de Artemisa, los jardines colgantes de Babilonia, el Mausoleo de Halicarnaso, la estatua de Zeus en Olimpia, el Faro de Alejandría, el Coloso de Rodas y las pirámides de Egipto.