Virginia Woolf nació y vivió en Londres, una ciudad que palpita confuerza en cada uno de sus libros. Nada le resultaba más estimulanteque vagabundear por sus calles, siempre llenas de novedades queobservar y comentar. Para ella, la capital era mucho más que un simple escenario: era el armazón sobre el que entretejía sus propios anhelos y pasiones, y también los de sus personajes.