El retrato de todas las familias según el mejor humorista de todos los tiempos. «En esta familia no hay jefes, somos una cooperativa». Lo dijo Mafalda  cuando un vendedor llamó a su puerta preguntando si el jefe de la casa  podía salir al rellano. Evidentemente, la niña entendió que en los tiempos que corren eso era una tontería. Rebelde, inteligente e idealista, Mafalda comprende mejor que cualquier  adulto que en su casa no debería haber estereotipos. La familia sin  apellido de Mafalda es algo más que una foto en el mueble-bar: quiere  más. De hecho, desde la primera viñeta hasta la última, emprende un  viaje para defenderse de la vulgaridad a la que parecía abocada, para  salir de la monotonía, para demostrar que la normalidad no existe y que  las bases de lo que significa "ser familia", en todo caso, las pondrá cada uno de ellos. La crítica ha dicho...
«Como buen clásico, no solo aguanta la revisión de los años, sino que va  ganando en contenido.»
El País «Por todas esas dudas que genera sobre mí misma, Mafalda sigue siendo  una Biblia. El más honesto de todos los libros sagrados. El que debemos mostrar a los niños nada más empiecen a leer.»
Luna Miguel,  El Diario «Lumen abre una ventana más para recuperar esta joya de nuestro pasado  colectivo que, con la reedición de las tiras cómicas, vuelve  a  enraizarse en un presente en el que cobra un sentido verdaderamente prometedor. Mafalda ha regresado y, de alguna manera, podemos pensar que nunca se había marchado; que había transitado un imaginario  silencioso pero afianzado, latente. Que la obra de Quino, de poderosa  imaginería visual y rupturista tesis discursiva, estuvo -y sigue estando- muy adelantada a su tiempo.»
Zenda «Mafalda, esa niña que, a estas alturas, ya debería ser Patrimonio de la Humanidad. Básica para la vuelta a la rutina.»
El País