Un retrato generacional.áUna reflexiónásobre cómo seguimos adelantecuando todo nosásobrepasa. Un día en la vida de Travis y Anne noempieza y acaba para dar paso a una nueva jornada. No. Su existenciahiperactiva se levanta más bien sobre un día perpetuo, extenuante, que impide desconectar un segundo de la realidad. La velocidad endiablada de la gran ciudad, el ir y venir de un sitio a otro, las infinitastareas que la pareja encadena sin descanso, los sobresaltos, la prisa, el estrés, la crianza de un hijo pequeño, la dispersión, lo que queda siempre por hacer, conforman un estilo de vida trepidante que ellector puede llegar a reconocer como propio.En vísperas de comenzarsus vacaciones, bajo un calor insoportable, ambos tienen mil cosas enla cabeza que resolver, y todas ellas parecen urgentes. La vidacontemporánea ya se caracteriza, sin embargo, por no saber precisardónde reside de verdad la importancia, así que cada pequeña decisión,tarea, contratiempo, se afronta como un asunto de vida o muerte.Travis trabaja en una revista y es día de cierre. Mientras le ronda lapavorosa idea de que van a despedirlo, no dej