La palabra es algo indisociable de nuestro mundo de vida. Se nos hacepresente en una variedad de usos, tanto cuando conversamos, comocuando nos decimos cosas a nosotros mismos. Nuestra memoria, nuestramanera de percibir y sentir las cosas, la gestión de nuestros estadosemotivos, requieren de su apoyo. También se fundamenta en la palabrael modo en que construimos nuestra identidad en diálogo con los otrosy cobramos, así, conciencia de lo que somos. La palabra constituye laempresa cooperativa por excelencia de nuestra vida en común. Es labase sin la cual ningún otro tipo de ?contrato social? puede serconcebible. Se trata de una tarea siempre abierta a nuevos hallazgos y que no alcanzará nunca su fin, como sucede, por otra parte, para elquehacer propio del ser humano en su dimensión cultural. Podemoshablar con propiedad de una ?antropología del decir? como expresión de síntesis para el conjunto de temas que se acaban de mencionar y quetratan de articularse en este libro.