Jean Genet descubre la obra de Rembrandt durante sus estancias en Londres en 1952, Ámsterdam en 1953, luego Múnich, Berlín, Dresde y finalmente Viena, en 1957. La idea de un libro sobre el pintor le acompañará durante décadas, pero no completará el proyecto. En septiembre de 1958, LExpress publica una selección de extractos de un libro anunciado por la editorial Gallimard que no llegará a publicarse, «El secreto de Rembrandt». Tal vez demasiado absorbido por su teatro, Genet posterga el momento de dar por terminado el texto o de rehacerlo y, en abril de 1964, abatido por la muerte de su amigo Abdallah, destruye el contenido de una maleta llena de manuscritos. Sobreviven únicamente dos fragmentos, publicados en mayo de 1957 en la revista Tel Quel con el título «Lo que quedó de un Rembrandt cortado en cuadraditos iguales y tirado por el retrete». En esta edición se reúnen por primera vez los dos textos en forma de libro, junto con una selección de imágenes pensada para acompañar la mirada de su autor; una mirada absolutamente singular y desconcertante que va más allá del análisis historiográfico, técnico o psi